jueves, 31 de mayo de 2012
EL BASTON DE TRAKKING
Cada vez es más frecuente ver que los excursionistas utilizan bastones de marcha durante sus incursiones en la montaña, sin embargo también es muy frecuente observar que no se conocen los elementos básicos para su buen uso y cuidados, hasta ahora no conozco algún manual o información de primera mano que nos indique como hacerlo, es más, los mismos productos a la venta no son acompañados por un eficaz instructivo y ni los mismos empleados de las tiendas deportivas informan acerca de su uso y vaya que en campo es muy frecuente ver mal usada la empuñadura y cinta de apoyo de los bastones o el uso indebido en situaciones no aptas para usarlos.
Otros excursionistas no tienen la costumbre de utilizarlos, tal vez porque estas personas creen como yo lo hice alguna vez que los bastones estaban diseñados para el uso de los esquiadores o bien que resulta ser una fanfarronería su uso, lo cierto es que aún no tienen la demanda que deberían tener e incluso en ocasiones suele ser difícil encontrarlos en venta en algunas tiendas especializadas de montaña. El uso de bastones para excursionismo apenas es dominio de unos cuantos excursionistas, tal vez sea lo último que el excursionista desee comprar para completar su equipo básico, sin embargo el uso de bastones esconde aún muchas bondades para la mejora del rendimiento y seguridad del deportista de montaña. Veamos algunas de ellas:
1.- Mejora del equilibrio.
Mediante la manipulación coordinada de los bastones con cada paso del excursionista se consigue un mejor balance al desplazarse sobre cuatro puntos de apoyo. Simplemente cuestionemos que tan frecuente es posible ver algún animal cuadrúpedo tropezar y caer.
2.- Evitar lesiones en rodillas y tobillos.
Al transferir parte de la carga que recibe el tren inferior (piernas) a el tren superior (brazos) la presión ejercida sobre las cápsulas articulares en rodillas y tobillos se reduce sensiblemente, esta transferencia se hace más importante cuando se carga una mochila y se magnifica el esfuerzo a las rodillas y tobillos por efecto de gravedad durante un prolongado descenso. El uso de bastones minimiza también la posibilidad de tener un esguince en tobillos o disminuir la gravedad del mismo en caso de que llegue a ocurrir.
3.- Seguridad en la Montaña
En mi particular opinión hoy en día el uso de bastones en media o alta montaña debe ser tan imprescindible como el uso de unos buenos crampones o un piolet de buena calidad, si bien los bastones nos pueden auxiliar a evitar alguna lesión por fatiga o accidente, en caso de tener ya una lesión también nos pueden ayudar a salir de la montaña usando los bastones como medio de apoyo (muletas). En particular yo padezco de ligamentos vencidos en mis tobillos y es muy común que los bastones me salven de una hiperflexión mayor que agudice una lesión por esguince.
4.- Mejora del rendimiento,
En ascensos prolongados y exigentes se distribuye la carga de trabajo de los cuádriceps y gemelos de las piernas hacia los músculos pectorales y de los brazos, por lo que la carga de trabajo y el gasto energético se traduce en una mejor administración por mayor número de grupos musculares, de esta forma prácticamente vamos caminando sobre cuatro extremidades.
Diseño técnico de los bastones.
Peso.- Si la razón para no usarlos es por no cargar más peso, puede no ser una razón suficiente, pues cada uno de ellos pesa en promedio 250 grs debido al tipo de aluminio con el que están construidos. Los hay con regatones de punta moleteada, punta redonda y cóncava. Estos últimos son de mayor eficacia a la tracción sobre pequeñas rugosidades en la roca, es decir, no se resbalan al apoyarlos en la mayor parte de las superficies, la punta del regatón está hecha de tungsteno un material sumamente resistente a la abrasión.
Dragoneras.- estas son las cintas que se disponen en las empuñaduras de los bastones y forman una gasa ajustable para colocar la muñeca y apoyar directamente el peso en la cinta, y no directamente a la empuñadura, algunas marcas ajustan las dragoneras mediante un herraje plástico mientras que otras como Leki utiliza un sistema a base de fricción con la cinta en el interior de la empuñadura, personalmente prefiero este último pues al ajustar la gasa de la dragonera en el dorso de la mano no tiene elementos que puedan causar molestia al dorso de la mano o que incluso tengan la posibilidad de fracturarse ante un accidentado trato como puede ser el caso de los herrajes plásticos.
La roseta o canasta.- Esta pieza circular colocada en el regatón de cada bastón tiene la función de impedir que el bastón se sumerja en la superficie de un terreno nevado o fangoso, algunos modelos tienen un mayor o un menor diámetro, siendo los segundos más prácticos para aquellos excursionistas que tienen el habito de caminar en terrenos secos, la ventaja de estas rosetas de diámetro pequeño radica en que permiten un mayor ángulo de ataque, pues si se usan rosetas de diámetro grande al apoyar los bastones en ángulos agudos con respecto al suelo el cuerpo de la roseta alcanzará tocar el piso y entonces se perderá en ese momento la firmeza de apoyo de la punta de tungsteno. De esta manera podemos observar que el uso de rosetas grandes resultan inoperantes e incluso limitantes a la tracción ejercida por la punta del regatón cuando este se usa en terreno seco y se apoya en cierto ángulo, pues la roseta al apoyarse al mismo tiempo que la punta en la superficie del terreno hace que el atasque de la punta se libere.
Sistema Antishok.- Algunos modelos poseen este sistema que no es más que un amortiguador que disipa la vibración del bastón cuando golpea la punta del regatón con la superficie dura del suelo de esta manera la vibración no se transmite a las muñecas codos y hombros.
Sistema Telescopico.- Los primeros bastones que conocí eran de una sola pieza lo cual resulta sumamente incomodo para transportar o para elegir la medida personal antropométrica correcta, actualmente la mayor parte de los bastones se ensamblan en 2 o 3 segmentos de distintos diámetros cada tubo, de tal forma que se pueden recortar y guardar cómodamente en la mochila también se pueden ajustar a la longitud deseada por el excursionista.
miércoles, 30 de mayo de 2012
ALGO DE HISTORIA: PRIMEROS ASCENSOS AL PN. WARAIRA REPANO (EL AVILA)
La primera ascensión al Pico Oriental de la Silla, fue realizada por Alexander Von Humboldt y Amadeo Bompland en 1800. Estos dos famosos exploradores cientificos hicieron las primeras mediciones de altura y presión atmosférica en la cima del pico. Recolectaron todo tipo de insectos y vegetación para su posterior clasificación.
La ruta que siguieron es parecida a la actual por el Puesto de Guardaparque Sabas Nieves-La Silla-Pico Oriental. Con el correr del siglo, muchos otros exploradores venezolanos y extranjeros ascendieron al pico, incluyendo a Juan Manuel Cagigal 1833, Enrique Lisboa, el Dr. Ernest, James Mudie Spence y Anton Goering, estos dos últimos por la ruta Caracas-Los dos Caminos-Cachimbo-Cabeza del Elefante-Pico Oriental en 1872. De hecho, en esta expedición fue que Spence se propuso ser el primero en ascender al hasta ahora infranqueable Pico Naiquatá, visualizando la ruta y sus dificultades.
Sin embargo, la expedición de Spence y Goering no fue el primer intento por alcanzar la cima. En 1823 hizo un intento un comerciante de la Guaira en un grupo de 25 personas. Después de 8 o 9 días habían llegado solo a la base del pico, donde mataron muchos tigres, pero se vieron forzados por falta de agua a abandonar el intento. Uno del grupo que se creyó perdido, logró regresar a la Guaira en unos quince días. La expedición exitosa se realizó en 1872, siendo coronado el Pico el 23 de Abril por el General Leopoldo Terreno, el joven artista Ramón Bolet, el excelente pintor Anton Goering miembro de la Sociedad Zoológica de Londres, el Ingeniero de Minas Gustabo Adolfo Hubel, el joven Dr. Simón Vaamonde, el científico de la Delegación Brasilera en Caracas Enrique Lisboa, el agricultor y guía de la zona Pío Berroterán, algunos peones y el líder de la expedición el inglés James Mudie Spence. La ruta que siguieron es la misma que hoy se sigue normalmente por el Puesto de Guardaparque de la Julia-Dos Banderas-Topo Galindo-Pico Naiquatá. Al pasar por un topo de tierra blanca a descansar, Goering avisó que era peligroso quedarse mucho tiempo, debido a que la selva que les rodeaba albergaba fieras que podrían molestarlos. Spence agradeció el comentario de Goering y bautizó el topo con su nombre. Más arriba, cerca del topo Galindo, en el bosque de bambucillo, pasaron la noche y cenaron "unos deliciosos pasteles que se conocen con el nombre de Hallacas". El día siguiente después de perderse en la fila llegaron al Pico cerca de las 11:00 de la mañana. Encontraron algunos jeroglíficos en el regreso y pasaron una segunda noche en Topo Galindo. Al día siguiente bajaron y así culminó una expedición de 4 días que recibió los más grandes elogios en Venezuela y el extranjero. La primera ascensión desde el pueblo de Naiquatá al pico fue realizada por los miembros del Centro Excursionista Caracas: H. Soriano, Jean Notz, Armando Stolk y Pablo Aguirre, del 16 al 18 de febrero de 1935.
La ruta que siguieron es parecida a la actual por el Puesto de Guardaparque Sabas Nieves-La Silla-Pico Oriental. Con el correr del siglo, muchos otros exploradores venezolanos y extranjeros ascendieron al pico, incluyendo a Juan Manuel Cagigal 1833, Enrique Lisboa, el Dr. Ernest, James Mudie Spence y Anton Goering, estos dos últimos por la ruta Caracas-Los dos Caminos-Cachimbo-Cabeza del Elefante-Pico Oriental en 1872. De hecho, en esta expedición fue que Spence se propuso ser el primero en ascender al hasta ahora infranqueable Pico Naiquatá, visualizando la ruta y sus dificultades.
Sin embargo, la expedición de Spence y Goering no fue el primer intento por alcanzar la cima. En 1823 hizo un intento un comerciante de la Guaira en un grupo de 25 personas. Después de 8 o 9 días habían llegado solo a la base del pico, donde mataron muchos tigres, pero se vieron forzados por falta de agua a abandonar el intento. Uno del grupo que se creyó perdido, logró regresar a la Guaira en unos quince días. La expedición exitosa se realizó en 1872, siendo coronado el Pico el 23 de Abril por el General Leopoldo Terreno, el joven artista Ramón Bolet, el excelente pintor Anton Goering miembro de la Sociedad Zoológica de Londres, el Ingeniero de Minas Gustabo Adolfo Hubel, el joven Dr. Simón Vaamonde, el científico de la Delegación Brasilera en Caracas Enrique Lisboa, el agricultor y guía de la zona Pío Berroterán, algunos peones y el líder de la expedición el inglés James Mudie Spence. La ruta que siguieron es la misma que hoy se sigue normalmente por el Puesto de Guardaparque de la Julia-Dos Banderas-Topo Galindo-Pico Naiquatá. Al pasar por un topo de tierra blanca a descansar, Goering avisó que era peligroso quedarse mucho tiempo, debido a que la selva que les rodeaba albergaba fieras que podrían molestarlos. Spence agradeció el comentario de Goering y bautizó el topo con su nombre. Más arriba, cerca del topo Galindo, en el bosque de bambucillo, pasaron la noche y cenaron "unos deliciosos pasteles que se conocen con el nombre de Hallacas". El día siguiente después de perderse en la fila llegaron al Pico cerca de las 11:00 de la mañana. Encontraron algunos jeroglíficos en el regreso y pasaron una segunda noche en Topo Galindo. Al día siguiente bajaron y así culminó una expedición de 4 días que recibió los más grandes elogios en Venezuela y el extranjero. La primera ascensión desde el pueblo de Naiquatá al pico fue realizada por los miembros del Centro Excursionista Caracas: H. Soriano, Jean Notz, Armando Stolk y Pablo Aguirre, del 16 al 18 de febrero de 1935.
lunes, 28 de mayo de 2012
miércoles, 2 de mayo de 2012
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